martes, 20 de enero de 2009

AÑO NUEVO NAHUATL Chiconahui Tecpatl Xihuitl

AÑO NUEVO NAHUATL Chiconahui Tecpatl Xihuitl

Este 11 de marzo al atardecer nuestro calendario antiguo entregado por nuestros ancestros Mexicas comenzó un nuevo ciclo llamado Chiconahui Tecpatl Xihuitl (año nueve pedernal). Esto representa un suceso muy importante para nuestra cultura por el profundo significado que integra en su estructura calendárica. Ya sabemos que para todas las culturas Tolteca, Maya, Zapoteca y Azteca principalmente, la comprensión, medición y entendimiento del tiempo era algo fundamental porque a través de ello es como llegamos a descubrir realmente qué venimos a hacer a este plano y a tomar forma en este cuerpo que nos ha prestado nuestra Madre Tierra y que se lo devolveremos.


Chiconahui Tecpatl Xihuitl

Año Nueve Pedernal o Cuchillo de Obsidiana

Cuatro años son los que faltan para concluir el ciclo de 52 en el que se encenderá el fuego nuevo para renovar los conceptos que den continuidad a los procesos evolutivos. Para nuestros ancestros Mexicas la conclusión del ciclo calendárico se da en el año 2012 en el que deberemos tomar una importante decisión entre hacer un cambio de conciencia hacia la integración o pereceremos por nuestra actitud depredadora hacia la Madre Tierra y por la carencia de hermandad entre la humanidad.
Cuatro años son los que cierran este último ciclo y el trabajo personal que debemos hacer en cada uno de ellos es imprescindible si es que somos concientes del importante tiempo que nos tocó vivir.
En este breve texto intentaré describir en que consiste la esencia energética de este año así como el trabajo personal y grupal que nos corresponde desarrollar.


El Pedernal o cuchillo de obsidiana fue uno de los símbolos que estuvieron muy presentes en códices y petroglifos de toda la cosmogonía Mexica y nos conecta con una de las principales representaciones axiomáticas de la filosofía Nahuatl: el Tezcatlipoca (humear de espejo), símbolo de nuestra inconciencia y crecimiento a partir del autoconocimiento para alcanzar a conocer nuestro verdadero rostro. En esencia nosotros somos todo aquello que se alcanza a percibir a través de nuestros sentidos, realmente estamos en los árboles, en las aves, en las estrellas, en el agua del mar y también en los hermanos de camino, los conozcamos o no. El precepto fundamental radica en que nosotros somos una expresión de la naturaleza y debemos funcionar en armonía con ella. Es tiempo de reconocer que somos parte del Todo y que en la medida en que con mis actos, pensamientos y emociones afecte al equilibrio planetario me estoy afectando a mi mismo.
El pedernal o cuchillo de obsidiana es la herramienta usada para desarrollar el discernimiento, su filo separa en un perfecto equilibrio las cosas, es el punto central en el que conocemos ambos extremos de la existencia, es por esto que el Tecpatl se considera el resultado del discernimiento justo, equilibrado y conciente de nuestros pensamientos y acciones. Esta claridad en nuestros pensamientos y acciones nos lleva al conocimiento profundo de las cosas, es como si el cuchillo penetrara cada vez mas profundo en nosotros para descubrir lo que vive en nuestro interior. Asociado a esto es como nuestros ancestros consideraban al Tecpatl “el cuchillo de los sacrificios” el que posibilita sacar al corazón para entregárselo a nuestro Padre Sol, en otras palabras, es el autoconocimiento y discernimiento que abre la conciencia para concretar los tres factores de la revolución de la conciencia: 1) morir: en esencia es el proceso de reconocer nuestros defectos y morir en ellos, hacer el cambio de estado en nuestra conciencia; 2) nacer: una vez que nos hemos abierto al proceso de la muerte de nosotros, de nuestros defectos psicológicos y de personalidad es imprescindible abrirse al nuevo ciclo lleno de espiritualidad naciendo a una nueva vida donde el miedo y el egoísmo fueron erradicados, nacemos a una nueva vida en la que la Luz y el amor de nuestra dualidad creadora nos guía y 3) darnos al servicio por la humanidad: la luminosidad de nuestra conciencia nos da la claridad de cuál es el servicio que debemos hacer a la humanidad, desde nuestras oraciones, ofrendas a la Madre Tierra, en otras palabras, ser un recurso para el planeta y su integración y equilibrio. Éste es el verdadero sacrificio humano que practicaban nuestros ancestros y no aquél que se desvirtuó a través de los ojos de los europeos.

TECPATL ______ Reconocimiento de nuestro inconciente, autoconocimiento, integración, discernimiento, revolución de nuestra conciencia (morir, nacer y servicio a la humanidad)


Chiconahui es el número nueve
Dentro de la filosofía del Anahuac el nueve esta asociado a los nueve niveles que sustentan las capas inferiores de la Tierra, es lo que fue llamado el inframundo donde coexisten los reinos que fundamentan a la Madre Tierra. Si nosotros somos una expresión de la naturaleza corresponde que estos nueve niveles también coexisten en nosotros. En esencia es el viaje hacia los nueve niveles de nuestro interior para descubrir qué es lo que vive en nosotros, si descubrimos que vive el miedo y el sufrimiento lo podremos llevar hacia la luz para transformarlo y al descubrir que en nuestro interior cohabita Quetzalcoatl le permitimos que él dirija nuestros pasos, nuestra danza.
Partiendo de todo lo que se asocia al numeral nueve es como en los códices el numero nueve esta relacionado con Chalchiuhtotolin “el guajolote de jade”


Chalchiuhtotolin el Guajolote de Jade
Es un axioma que hace referencia a las manifestaciones de nuestra vanidad y de todo aquellas formas en las cuales nuestro ego se manifiesta. En otras palabras es el ego animal que debemos dominar para que deje de inflarse y relucirse. Tanto defectos de personalidad como los defectos de nuestra personalidad están

íntimamente relacionados con éste elemento, es así como éste año Chiconahui Tecpatl es importantísimo trabajar en nosotros mismos para transformar nuestros defectos, nuestros guajolotes de jade.

NÚMERO NUEVE: Introspección, implementación de procesos evolutivos y trabajo interior


Por último este año esta regido por Tlazolteotl “La devoradora de inmundicias, la que come suciedad”
Ésta fue una de las deidades mas importantes en el mundo Nahuatl y representa la transformación de todo aquello que es viejo y que forma en nuestra vida un caparazón pesado de cargar. Es por esto que en el axioma aparece descarnándose, transmutando su piel vieja en una nueva. Lo que caracteriza a Tlazolteotl es su esencia de “paridora”, está naciendo de ella un macehual hacia su nueva vida, por lo tanto es como a través de la esencia de tlazolteotl sabemos que el trabajo a realizar en este ciclo de 365.25 días debe ser encaminado por mucha transformación y transmutación de nuestra piel vieja y disponernos al renacimiento, a una nueva vida. Su rostro es de color rojo, símbolo de la sabiduría que hay oculta en nuestra sangre. Porta a la luna en su estado dual dado que hay que trabajar para llegar al conocimiento de nuestra faceta oculta, oscura.

TLAZOLTEOTL: Transformación de nuestras inmundicias para renacer hacia una nueva vida, desprender nuestra piel vieja, nuestros apegos a la vida mundana y desarrollar un rostro sabio.

EN RESUMEN se puede hablar de que este año Chiconahui Tecpatl, Nueve Pedernal o cuchillo de obsidiana como un momento en el que debemos estar centrados el proceso de transformación interior ya que nos esperan los últimos cuatro años para trabajar en la construcción de un rostro sabio y un corazón digno transparente y sincero. Debemos usar el cuchillo de pedernal para llegar a lo más profundo de nosotros y hacer el sacrificio de nuestro corazón dirigiéndolo hacia el Sol, hacia la Luz, hacia la fuente de vida. Este será un año productivo para quienes trabajen en si mismos en la eliminación de sus “guajolotes de jade”, en su ego animal. Seguro será que el trabajo que hagamos sobre nosotros mismos posibilitará abrirnos las puertas hacia la construcción de un rostro sabio y un corazón sincero, ingresando a una nueva vida llena de amor, paz, fraternidad e integrada con todo lo que nos rodea, sea tangible o intangible.

Recordemos que nos quedan solo cuatro años en los que se abre un portal Universal para quienes quieran trabajar sobre sí mismos, nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos, decimos, pensamos y sentimos, por lo tanto cada quién en este tiempo será su propio juez, cada quien será su espejo y si decidimos vivir en el odio y el miedo eso será lo que nos reflejará nuestra realidad, si decidimos vivir en el amor, la paz, la hermandad eso será lo que reflejará nuestra vida, viviendo en el amor y la paz interior.

Les hacemos llegar nuestros mejores deseos para este ciclo que comienza de 365.25 días

¡¡Hagamos que el Sol que vive en nuestro interior Brille!!
Aprovechemos lo más valioso que tiene un guerrero o una sacerdotisa… “EL TIEMPO”
Tenemos solo cuatro años para renovar nuestra integración hacia el todo y el retorno hacia nuestro origen.
Trabajemos en nosotros
Ometeotl
In L’aak’ex

Elaborado por Tlahuilcoatl

EL CONCEPTO FILOSÓFICO DE LA

EL CONCEPTO FILOSÓFICO DE LA
MUERTE EN EL MÉXICO ANTIGUO
Guillermo Marín




Cuando morimos,
no en verdad morimos,
porque vivimos, resucitamos,
seguimos viviendo, despertamos,
Esto nos hace felices ...
¿Acaso de verdad se vive en la tierra?
No para siempre en la tierra: sólo un poco aquí.
Aunque sea jade se quiebra,
aunque sea oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra,
no para siempre en la tierra: sólo un poco aquí." (*)

Todos los pueblos del mundo tienen un espacio especial para la muerte, toda vez que en ella se responde la tercera pregunta del problema ontológico del ser, "a donde iré después de la muerte". Pero existen dos civilizaciones que especialmente centraron su Desarrollo Cultural en el concepto de LA MUERTE; el pueblo egipcio y los antiguos mexicanos.


En efecto, nuestros Viejos Abuelos definieron como un par de opuestos complementarios a la vida y a la muerte. Dualidad que se opone y al mismo tiempo se necesita, PUES NO PUDE HABER VIDA SIN LA MUERTE Y MUERTE SIN LA VIDA.
Los antiguos Toltecas, los hombres de conocimiento del México Antiguo, pretendían en sus majestuosos Centros de Conocimiento, hoy llamados zonas arqueológicas, llegar a la vida eterna a través de la "muerte" de la vida mundana. Es decir, que sólo ante la muerte de los apegos terrenales el espíritu quedaba libre, para iniciar el luminoso viaje hacia la vida eterna. Por ello, en su iconografía, desde los olmecas del preclásico, pasando por los toltecas del clásico, hasta el postclásico decadente de los aztecas, la osamenta en todos los gravados, pinturas y esculturas, representaba la vida eterna, ya que lo último que tarde en destruirse de un cadáver es la osamenta (es lo que queda de la vida material).
Nuestros Viejos Abuelos se preguntaban a donde iremos después de la muerte.
¿A dónde iré?;
¿A dónde iré?
El camino de la Dualidad Divina.
¿Por ventura es tu casa el lugar de los descarnados?,
¿Acaso en el interior del cielo?,
¿O solamente aquí en la tierra es el lugar de los descarnados?. (*)
Porque para ellos la vida en la tierra era totalmente pasajera, presuponían que tenemos los seres humanos un destino más importante, un lugar en lo inconmensurable a donde deberemos llegar después de transitar por esta existencia terrenal. La muerte es un paso a la vida eterna.


Asumían al ser humano como un Guerrero. Un luchador de las fuerzas cósmicas que rigen al universo y de la cuál ellos forman parte activa. Los Guerreros se formaban en el Calmecac, escuela de altos estudios que permitía que el aspirante, ya sea hombre o mujer, se forjara como un "Guerrero del Espíritu", ya que él debía iniciar una descomunal batalla en lo más profundo de sus adentros, !contra sí mismo!. Contra las debilidades de su espíritu y las tentaciones de la materia. A esta lucha le llamaron poéticamente "La Batalla Florida". Esta guerra se libraba con "Flor y Canto", es decir con las armas del arte y la sabiduría y en lo profundo del individuo. El objetivo de esta impecable batalla era "florecer el corazón y darse como alimento a los seres queridos" . Esta augusta Batalla Florida forjaba "rostros propios y corazones verdaderos" entre los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos durante muchos siglos que duró el esplendor del México Antiguo.


De esta manera debemos entender y comprender que nuestros antepasados tenían un profundo interés por la vida espiritual y la trascendencia de la existencia. Que llegaron a niveles de conocimiento espiritual y energético del ser humano, tan grande y avanzado, que hoy todavía no los podemos entender cabalmente, pero que siguen siendo vigentes y vitales, para la existencia humana.
En la memoria histórica del Anahuac encontramos que nuestros Viejos Abuelos tenían cuatro lugares a donde irían los muertos, según se hubieran comportado a lo largo de toda su vida.


El primero era el más importante y apreciado, se llamaba "Ilhuicatltonatíuh", luminoso lugar reservado para aquellos Guerreros del Espíritu, hombres o mujeres, que habiendo dedicado toda una vida a la "Batalla Florida" habían logrado "florecer su corazón". Así, los "Guerreros de la Luz" acompañaban al Sol del amanecer al cenit en su ascendente carrera, venciendo a las fuerzas gravitacionales que arrastran a la materia a las obscuridades de la ignorancia. Las "Guerreras de la Luz" también acompañaban al Sol, pero desde el cenit hasta el atardecer, hasta que naufragaba en el inframundo, señorío de Mictlantecutli "El Señor de la Muerte".


El segundo lugar llamado "Chichihuacuacho" que era a donde iban los muertos en el México Antiguo, estaba reservado para aquellos niños que morían de recién nacidos a tierna edad. Este lugar era como un paraíso en el que había un inmenso árbol del que caían gotitas de leche de sus ramas y los niños al alimentarse de ella, vivían felices en este "paraíso infantil" en el que se suponía vivirían los infantes hasta el nacimiento del sexto Sol, tiempo en que nacerían de nuevo.


El tercer lugar llamado "Tlalócan" estaba reservado para los que morían de causas relacionadas con el agua, como los ahogados, muerte por rayos, los leprosos y hidrópticos. El Tlalócan la mansión de la luna, era un paraíso en el que había condiciones ideales, un lugar agradable y fresco.


Finalmente existía un lugar para quienes no habían alcanzado la muerte luminosa del Guerrero, ni la muerte tierna del niño, ni la muerte sagrada asociada al agua. Lugar en verdad terrible porque significaba la nada, la muerte estéril producto de una vida vacía, la muerte sin consecuencias y sin trascendencia; la muerte para nada. Este es el cuarto lugar donde iban los muertos, según los antiguos mexicanos, era el Mictlán. Lugar a donde iban los que morían de muerte natural, fueran señores o macehuales, sin distinción de rango ni de riquezas.


Después del funeral, el muerto en cuestión tenía que cruzar por un largo y caudaloso río llamado Apanohuaya, para lo cual necesitaba de la ayuda de un perro (techichi). Posteriormente ya despojado de sus vestiduras tenía que cruzar entre unas montañas que siempre estaban chocando una contra la otra y que se llamaban Tépetlmonamictia. Después tenían que pasar por un cerro erizado de filosos pedernales, para a continuación atravesar ocho colinas llamadas Cehuecáyan, en donde siempre estaba cayendo una terrible tormenta de nieve, después tenía que cruzar 8 llanuras en donde un gélido viento cortaba como navaja. Después tenía que seguir un camino en donde era flechado por "los tiradores de lo desconocido". A continuación se encontraba con el Teocoyleualoyan, inmenso tigre que le comía el corazón, para sin él, caer en el Apanviayo, en cuyas aguas negras se encontraba la terrible lagartija Xochitonal. Es entonces que había concluido el doloroso viaje de sufrimiento, presentándose ante el mismo Señor de la Muerte (Mictlantecutli) quien le diría al difunto ... "Han terminado tus penas terrenales, vete pues, a dormir tu sueño mortal". Después de 4 años de viaje por el Mictlan, !la nada era su destino final!.


Es así como nuestros Viejos Abuelos interpretaban a la muerte desde el aspecto filosófico. Este Patrimonio Cultural sigue vivo y presente en nuestra cultura, que no refleja más que la visión milenaria de nuestras raíces. La fiesta de los difuntos o las de Tonatzin-Guadalupe, es la presencia viva e innegable de nuestro "corazón indígena". Los mexicanos contemporáneos somos indígenas en lo filosófico y en lo espiritual. Nuestra relación profunda con la vida, la muerte, la familia, la naturaleza, la amistad, el trabajo, están más cerca de nuestra Cultura Madre, que de la cultura Occidental. El problema es que en estos últimos 500 años nos han educado a sentir vergüenza y menosprecio de nosotros mismos y a tener en el olvido la esencia y herencia luminosa de nuestros Viejos Abuelos. Educación que nos ha mantenido siempre derrotados y sumisos, impotentes ante lo extranjero y al mismo tiempo, feroces verdugos de nuestra cultura primordial y de nuestra gente. Copiando modas y culturas extranjeras para supuestamente con eso sentirnos "modernos y progresistas", pero lo que en verdad nos hacen, es sólo ser cosumistas de productos chatarra y dejarnos en la miseria económica y espiritual.


Celebrar la fiesta de el día de muertos con profunda y autentica emoción, apegados a la tradición y a la costumbre, es iniciar un viaje al corazón del México Antiguo, un encuentro con nosotros mismos.
(*) Cantares Mexicanos.

Modelos matemáticos del cosmos

Modelos matemáticos del cosmos
de los indígenas mayas precolombinos
Alejandro Jaen Rojas

Introducción
Muchas son las investigaciones que se han realizado sobre el arte, la cultura o las ciudades de la civilización maya precolombina. En muchos de esos estudios se ha puesto de manifiesto que los mayas llegaron a tener grandes conocimientos en astronomía y definían con extraordinaria precisión los momentos en que tenían lugar los solsticios, los equinoccios y los eclipses. Incluso, los estudios del códice de Dresde han demostrado que habían aprendido a llevar los cómputos exactos del planeta Venus durante varios cientos de años.

Sabemos por ejemplo que utilizaban un sistema en base 20 y que, posiblemente tratando de unificar el sistema numérico con el sistema calendárico, lo modificaron y utilizaron un segundo sistema de numeración exclusivo para llevar los cómputos del tiempo. Sabemos también que no usaron 20 números sino solo tres y que con esos tres podían escribir todas las cifras. Eso números son el 1, el 5 y el cero.

Sin embargo cuando tratamos de conocer los métodos o las técnicas que utilizaron los indígenas para realizar lo que con frecuencia se llama" las grandes proesas de los astrónomos mayas" nos encontramos con grandes barreras.

No sabemos, por ejemplo, que símbolo usaron para representar los números al cuadrado o al cubo y si utilizaron algún símbolo para expresar las incógnitas. Tampoco sabemos si desarrollaron un sistema similar al álgebra. Aún quedan cientos de símbolos mayas sin descifrar y, tal vez, entre ellos se encuentra la clave a muchas de nuestras interrogantes.

Ignoramos cosas tan elementales como el nombre de sus grandes matemáticos o sus astrónomos, los libros o los teoremas que dejaron y casi la totalidad de los problemas que se plantearon. Así, es más lo que ignoramos que lo que sabemos, realmente la conquista y colonización provocaron una ruptura brutal en términos de acceso al conocimiento del pueblo maya. De esa gran civilización sólo sobrevivieron cinco de sus libros.

Nuestro trabajo tiene como objetivo central explorar otras vías para tratar de encontrar los caminos hacia los conocimientos matemáticos de estos pueblos. No vamos a trabajar sobre los códices, que han sido una de las fuentes primarias de mayor importancia para los investigadores, sino que vamos a iniciar un trabajo guiándonos por las historias míticas y por una serie de pequeños indicios de antiguas técnicas que han quedado regadas en Mesoamérica a lo largo y ancho de cinco siglos. Sobre todo nos centraremos en el análisis de diseños geométricos que son comunes a muchos de los indígenas precolombinos de todo el continente americano.



La historia mítica
Con gran frecuencia los mitos de los pueblos indígenas de América fueron interpretados como sinónimo de leyenda. Es decir, un relato, hermoso tal vez, pero sin valor. Los conquistadores vieron en los mitos curiosos relatos llenos de supersticiones y dioses falsos. Con gran frecuencia los prohibieron.

Sin embargo, en las tradiciones indígenas los mitos son la base de su sistema de enseñanza-aprendizaje. Literalmente, en los pueblos indígenas, la gente aprende con mitos que consideran su historia real. Lo más preciado de sus conocimientos lo guardaban en forma de mitos y habían desarrollado ingeniosos sistemas para preservar los conocimientos. La tradición oral ha demostrado la capacidad de guardar conocimientos con gran precisión durante varios cientos de años.

Basándonos en diversos mitos trataremos de reconstruir hasta donde nos sea posible los modelos del cosmos según los mayas.



La astronomía a simple vista
Los mayas, como muchos otros pueblos a lo largo de la historia se dedicaron a la observación del cielo nocturno. Es difícil aventurarnos a determinar fechas exactas en las cuales se iniciaron como verdaderos astrónomos. Sin embargo, sí podemos decir con claridad que la observación rigurosa del movimiento de los planetas era común entre los pueblos mayas antes de la era cristiana. Según el Pop -Wuj, el libro sagrado de los mayas, mejor conocido como el Popol Vuh, en un tiempo primigenio sus grandes sabios dividieron el cielo en cuatro grandes regiones a las que llamaron los cuatro confines del Universo. Esa división del cielo la podemos expresar como un simple cuadrado al que una línea horizontal y una vertical parten en cuatro. Dentro del cuadrado se inscribe un círculo.



Cada sector estaba asociado a un punto cardinal. Es interesante ver como incluso en la actualidad muchas danzas ceremoniales mayas empiezan por hacer el círculo y dividirlo en cuatro sectores. Para diferenciar cada región le otorgaron un color diferente. Blanco para el norte, amarillo para el sur, rojo para el este y negro para el oeste. Ese fue el modelo más sencillo de división del cielo que se plantearon en los albores de la astronomía.



Un cielo cuadriculado
Para llevar cómputos más precisos de los movimientos de los planetas, el sol y la luna cuadricularon el cielo.

Las cuadrículas del cielo se realizan mediante un proceso muy sencillo y rudimentario pero muy eficaz. Simplemente cogían una hamaca la estiraban, la colocaban contra el cielo nocturno y ya tenían un cielo cuadriculado. Luego veremos como es proceso se profundiza utilizando otros recursos.



La Casa del Mecate
Las escuelas de enseñanza superior entre los Aztecas, lo que vendría a ser, guardando las distancias, como nuestras universidades, fueron llamadas Calmecatl (cal = casa mecatl = mecate o cuerda). Extraño nombre para una escuela de enseñanza superior. Sin embargo, es precisamente allí donde radica una parte esencial de sus conocimientos.

Para todos los pueblos empeñados en tirar conocimientos de las estrellas, el cielo nocturno no solo produjo una gran fascinación sino también innumerables problemas. ¿Cómo se movía el sol? ¿Cómo se movía la luna? ¿Cómo se movían esa cinco extrañísimas estrellas que no eran fijas? ¿Por qué no eran fijas?

Todos los pueblos de astrónomos se enfrentaron a los mismos y complejos dilemas y con frecuencia pasaron mucho tiempo empeñados en resolverlos. Los Mayas (y los Aztecas luego) no serían la excepción. Enfrentados a los mismo retos, sin embargo, le dieron una solución muy original a los conflictos. Para observar el cielo con la mayor rigurosidad aplicaron las técnicas y las artes que habían aprendido en otra disciplina del conocimiento en la cual tenían gran desarrollo. Recurrieron a su conocimiento en la fabricación de telas. Los métodos y las técnicas desarrollados en los telares fueron llevados a la astronomía. Literalmente tramaron el cielo como si se tratara de una urdimbre. La casa del Mecate, Calmecatl es precisamente eso. El lugar donde se aprendían las artes de la astronomía jugando con mecates, con cuerdas, con hilos.

Tenemos entonces, un pueblo que, posiblemente varios siglos antes de cristo ya utilizaba matrices para aplicarlas a desentrañar los misterios del tiempo y del cielo.

Pero una matriz por si sola sigue siendo un espacio abierto, donde cada espacio es idéntico al otro, donde no hay diferenciación y por lo tanto los errores a la hora de registrar fenómenos celestes pueden ser corrientes.

Es probable que la experiencia de trabajo en los telares, donde encontramos los mismos problemas permitió aportar una solución a ese conflicto.



Una curiosa observación
El uso de matrices los llevó a realizar un hallazgo que tuvo una enorme repercusión en el mundo maya. Descubrieron que al expresar los números en forma de pirámides se facilitaban enormemente los cómputos. El cielo seguía viéndose como una trama donde la base de la pirámide representaba el horizonte.



La observación era muy simple y sin embargo tenía un gran potencial de desarrollo. Simplemente habían descubierto que al expresar los números en forma de pirámides estos se ordenaban de arriba hacia abajo mediante una secuencia de números impares. Al descender de la cúspide de la pirámide escalonada contamos en las filas 1,3,5,7,9...etc.

Este sistema permitía también crear un cielo con espacios diferenciados, ordenados en cierta lógica que permitía subdividir el espacio.

Esta misma idea aparece en los versos de Goethe cuando dice: "Para encontrarte en lo infinito has de diferenciar para luego juntar". También con el mismo sentido aparece en el I Ching, el libro sagrado de la cultura China.



De lo impar a lo cuadrado
Si contamos en las filas, la pirámide era una representación de los números impares, pero debió haberles llamado la atención saber que si contamos los números impares acumulados obtenemos los números al cuadrado. Como lo decíamos anteriormente, aún no conocemos el símbolo que utilizaron (si es que lo hicieron) para expresar los números al cuadrado. Sin embargo si contamos con una voluminosa información sobre números al cuadrado expresados en forma de pirámides. Es precisamente en las telas donde se guarda la información y esta tradición sobrevive hasta la actualidad.



Si contamos, en la anterior figura, los espacios de la pirámide en forma acumulativa, de arriba hacia abajo obtenemos números al cuadrado.



Números pares
No todas las pirámides expresaban los números impares. Muy pronto deben haber descubierto la forma de expresar los números pares. Ese es sin duda un conocimiento que viene de la escuela de los telares. Tanto en la forma de preparar la urdimbre como en el uso de los telares de palitos, que son los más tradicionales, nos encontramos los juegos entre lo par y lo impar. Las investigaciones sobre las formas de tejer lo expresan con la mayor claridad:

"Cuando se procede a ejecutar un tejido sencillo, del tipo uno arriba, uno abajo, no existen sino dos posibilidades: los elementos impares se encuentran arriba y los pares abajo, proveyendo de esta manera un espacio entre las dos capas de hilos, para el paso de la bobina"

Todo lo relativo a las informaciones sobre las formas de tejer está inmerso dentro de las relaciones entre lo par y lo impar. Es legendaria incluso en la actualidad la extraordinaria maestría de las tejedoras guatemaltecas. Muchos museos en todo el mundo guardan las telas mayas como obras de arte.

Volviendo a nuestro asunto, tenemos que los números pares también aparecen como un diseño piramidal. En las filas contamos 2,4,6,8,10...etc.

De esta manera tenemos ya expresados de manera gráfica los números pares y los números impares. Tanto para los tejedores como para los astrónomos se abría un campo de grandes posibilidades. En ambas disciplinas es preciso desarrollar diversos sistemas de cómputo para ubicarse en el espacio con facilidad. Para los tejedores el problema es como contar para ubicar los hilos de colores con exactitud. Para los astrónomos el problema era el como contar para seguir la ruta de los planetas.



La suma de los números pares acumulados podemos expresarlos en términos algebraicos como x^2 + x. La acumulada es muy importante para determinar con facilidad un lugar preciso en el espacio. Dentro de la pirámide un planeta podía ubicarse con facilidad en 5^2 + 5 +3 y ese es un lugar exacto. Luego los mayas desarrollarían ingeniosos sistemas de notación que aun no han sido explorados en su totalidad.

Sobre números pares e impares aparece una copiosa información en la cerámica, los glifos y las telas. Las relaciones entre lo par y lo impar nos conduce a la construcción y percepción de sistemas binarios. En el escenario de los telares esa forma de percepción es algo cotidiano, es parte del trajín diario en la confección de las telas.



La mitad del cielo
La suma de lo par y 10 impar se convirtió en la representación de la mitad del cielo. Eso significa que lo que en determinado momento se vio como un espacio cuadrado (segundo mapa del cielo) podía representarse en forma piramidal guardando los valores originales o expresando nuevos valores.

La figura, corresponde al plano de la mitad del cielo con pirámide par e impar, algebraicamente podemos expresarlo como 2x^2 + x.

Desde el punto de vista simbólico, que en la cultura maya era de gran importancia, lo par y lo impar se convirtió en la expresión de los dos elementos o energías que conforman la dualidad.

La dualidad se expresa con los dos elementos de un sistema de significados polivalentes: par-impar, noche-día, bajo-alto, luna-sol, oscuro-luminoso, femenino-masculino, etc.

En determinado momento lo par se puede convertir en impar y viceversa, depende de la perspectiva desde la que se mire el objeto de estudio. Pero en términos de construcción del espacio, la dualidad solo es la mitad de la información que requerimos.



El cielo
La totalidad del espacio, del cosmos, se forma por la reiteración de los dos elementos de la dualidad que se expresan en la trama. Al reiterar lo par y lo impar logramos un cielo perfectamente ordenado, dividido, medible.

Lo par que se expresa abajo, se reitera arriba pero invertido. Es, si se quiere, una visión especular, es como el reflejo de los espejos. Lo impar que se expresa a uno de los lados se reitera también como la prolongación de una imagen en la visión especular.

En este cielo perfectamente ordenado, medible es posible desarrollar y fortalecer el trabajo de los astrónomos con gran precisión. Todo el cielo (excluyendo las diagonales) podemos expresarlo mediante una simple fórmula matemática: 4x^2+2x.

Las diagonales fueron excluidas precisamente porque las consideramos una expresión del cero, y en este modelo solo nos sirven como guías en los cómputos. Pero eso es solo un recurso, una especie de herramienta para facilitar los cómputos, para expresar el orden entre lo par y lo impar. Perfectamente pueden contarse como parte del espacio o tratarse como un espacio particular. Como espacio particular sirve de guía para contar los números al cuadrado. En una pirámide impar basta contar los escalones y elevar el número al cuadrado para saber cuantos espacios tenemos en esa pirámide.



Una nueva perspectiva
Debe observarse que nuestro modelo del cosmos es una pirámide escalonada vista desde arriba. Entonces, podemos formular la siguiente hipótesis: Las pirámides escalonadas son la expresión arquitectónica de un modelo del cosmos.

Las diversas pirámides tendrían entonces que responder a diversos tipos de conocimientos. Ese es un trabajo que de manera más exhaustiva tendríamos que realizarse en las diversas pirámides. Para obtener volúmenes piramidales nos basta con elevar al cuadrado las informaciones que sacamos de los triángulos piramidales.

Debe observarse como al reiterar lo par y lo impar hemos regresado a nuestro primer modelo dividido en cuatro regiones, solo que ahora hemos ganado en profundidad porque aparece en sistemas escalonados donde cada espacio de la matriz puede tener un valor determinado, específico.

Esta forma de expresión aparece con gran frecuencia en las historias míticas cuando dicen que un astro "bajó de la pirámide" o "subió a la pirámide". También se expresa con los personajes que constantemente viajan a los mundos de abajo o los mundos de arriba. Al personificar los planetas y los conocimientos lograban un manejo cotidiano de las informaciones.



Espacio y tiempo
Un modelo arquitectónico del cosmos significa entre otras cosas, que los pueblos mesoamericanos comprendieron las dimensiones espacio- tiempo como una unidad. Los días no solo fueron concebidos como paso del tiempo sino también en su dimensión espacial. Para hablar de espacio y tiempo diversos pueblos mesoamericanos tienen una sola palabra. Por ejemplo, los indígenas bribri de la actualidad, al sur de Costa Rica utilizan la palabra: "Kö". Que significa de manera indistinta tiempo y espacio.



La creación de los calendarios
Los calendarios en mesoamérica no surgen sólo como una expresión de manejo y ordenamiento del tiempo sino también como un manejo del espacio.



Según la historia mítica maya existían trece cielos. Nuestro trabajo nos impulsaba a creer que los mayas habían visto el cielo como una pirámide escalonada. Al construir la pirámide de trece cielos en forma escalonada nos encontramos con 182 espacios.

Cada espacio representa un día. Al dividir la pirámide en dos logramos establecer una relación más estrecha con los sistemas calendáricos. En diversas culturas los grupos de 91 días fueron muy utilizados. Representa una estación del año.



Dentro de la tradición mítica el cielo no aparece solo sino que debajo del cielo está el espacio del inframundo. Esa hipótesis la reafirma la investigación de Leon Portilla sobre los mayas. También la fortalecía la investigación que Alfredo González y Fernando González realizaron sobre la construcción de las viviendas de los indígenas Bribri en Costa Rica.



Las cuatro estaciones
Al agregar el espacio del inframundo al modelo anterior logramos formar nuestro primer calendario.

Lo que anteriormente habíamos llamado los trece cielos, tiene su reflejo en una visión especular y se expresa abajo, invertido.

De esta manera contamos con cuatro sectores de 91 espacios. A esos sectores les llamaremos triángulos piramidales. Si los 91 espacios de cada triángulo los asociamos a los días tenemos 91 x 4 = 364 días. Nuestro modelo es un calendario que cuenta 13 lunas de 28 días cada una. Es decir, es un calendario lunar.



La historia de los soles
Con el afán de profundizar en las historias míticas para extraer de ellas sus conocimientos calendáricos, repetimos nuestro modelo anterior pero eliminando los espacios centrales que están en blanco. De esta manera formamos lo que llamamos el rombo piramidal que se compone de trece niveles hacia arriba y lo que vendría a ser su reflejo, su visión especular, con trece niveles hacia abajo. En la cuadricula total contamos 676 espacios y el sector de la cuadrícula que está en blanco cuenta con 312 espacios. En el centro tenemos el rombo piramidal con 364 espacios.

Esa es precisamente la información que se encuentra en la historia de los soles de los mayas y los aztecas. Es una de sus historias más importantes. Ellos pensaban que el sol moría cada cierto tiempo y que luego se iniciaba un nuevo sol, una nueva época. Contaron cuatro soles diferentes:

El primer sol duró 676 años (es la cuadrícula total)

El segundo sol duró 364 años (es el rombo piramidal)

El tercer sol duró 312 años (es el espacio en blanco de la cuadrícula)

El cuarto sol duró 676 años (cuadrícula total)

Vemos entonces como en la historia mítica se nos dan elementos importantes para tratar de reconstruir el camino que ellos siguieron en la construcción de sus calendarios. Tenemos literalmente la historia de los soles convertida en un gráfico matemático.

Podemos notar un cambio sustancial con respecto al paso del tiempo. En nuestro análisis habíamos contado los espacios como días mientras que en la historia de los soles cada espacio es un año. Con gran frecuencia en todo los conocimientos indígenas nos encontramos con estos sentidos polivalentes.



El calendario azteca
La historia de los soles fue representada de manera magistral en el centro del calendario azteca.

Los cuatro personajes que se encuentran inscritos en cuadrados justo a los lados de la cara central representan los cuatro soles.

El calendario azteca es también un modelo del cosmos, donde cuentan el anillo de los meses, los anillos correspondientes a los planetas y al final las dos serpientes exteriores que representan la vía láctea.

Entre calendarios y grecas
La información de carácter calendárica o astronómica se presenta de las formas más variadas. Tal vez ese ha sido uno de los grandes impedimentos para poder abordar los problemas relativos a la matemática de los indígenas precolombinos.

Veamos un ejemplo: la Figura 10, Rombo piramidal dividido en cuatro sectores de 91 días. Cuenta 364 días.

Esa misma información relativa al rombo piramidal se encuentra con gran frecuencia expresada de otras formas. Por ejemplo, podemos expresarla en forma de grecas.



Esta es otra forma de expresar lo relativo al calendario de 364 días. Arriba contamos 49 días mientras que abajo contamos 42 días. 49 +42 = 91




Eso quiere decir que en cada franja contamos 182 días para un total de 364 días. Hemos representado de otra forma gráfica el calendario que habíamos analizado en la historia de los soles. Esta forma es también la forma por excelencia para realizar lecturas en los códices precolombinos.

Esa misma información aparece expresada de manera muy clara en las pirámides. Por ejemplo, la pirámide conocida como El Castillo en Chichen Itza, en la península de Yucatán tiene cuatro cuerpos de gradas con 91 gradas cada uno. Es decir cuenta 364 gradas.



Conclusión
Vemos como al utilizar los diseños tradicionales que los indígenas realizaban (y siguen realizando) en sus telas y cerámicas podemos avanzar en la búsqueda de sus calendarios, sus modelos del cosmos y conocimientos matemáticos. De gran ayuda fue también el contemplar su historia mítica como sistema de enseñanza aprendizaje y no como una fábula sin importancia. En este estudio no hemos hecho más que esbozar el tema con el afán de abrir el debate sobre el asunto.

LOS GUERREROS DE LA MUERTE FLORECIDA.

Guillermo Marín

I.- FLOR Y CANTO TOLTECA.
• El destino del ser humano del Anáhuac.
La conciencia del ser humano en el México Antiguo se remonta al recuerdo ancestral de cuatro eras anteriores llamadas Soles, en las cuales la humanidad intentó su desarrollo y en cada una de ellas fracasó, por lo cual se inicia un nuevo ciclo. El Quinto Sol es la era que actualmente estamos viviendo.
Se entiende que para nuestros Viejos Abuelos la vida era la oportunidad de evolucionar en lo individual y en lo colectivo. Cada Sol fue un intento por buscar la perfección, no sólo del ser humano, sino de la misma tierra. Esta era la esencia de la vida y en ello, los seres humanos compartían con los dioses, la sagrada misión de mejorar el mundo y a la vida.


En efecto, los antiguos mexicanos tenían como "propósito social", el no sólo mantener la vida de los dioses y humanizar el mundo, sino lo que representaba el desafío supremo, perfeccionar la esencia de lo humano. De hecho, todos las civilizaciones con origen autónomo llamadas "Madre", como China o la India, lo han intentado por diversos medios y caminos.


Encontrar el significado y la trascendencia de la existencia. Llegar a la esencia de la vida. Lograr la inmortalidad, la luz o la consciencia total, ha estado en la cima del desarrollo de todo gran proyecto humano.
El conocimiento logrado por nuestros Viejos Abuelos en este terreno fue indiscutiblemente de inconmensurables e increíbles alcances. Los testimonios materiales de su impresionante esfuerzo por llegar a la consciencia total o a la luz, nos siguen maravillando hasta nuestros días; hoy que solo nos quedan las ruinas materiales de las llamadas "zonas arqueológicas", nos deslumbran no sólo por la grandeza arquitectónica y las proezas técnicas, sino fundamentalmente por su magnificencia espiritual; pero al mismo tiempo, paradójicamente, sorprende el desconocimiento que actualmente tiene la sociedad mexicana sobre el tema central de la existencia de nuestros antepasados, en donde se invirtieron todos los recursos y esfuerzos de la civilización del Anahuac, especialmente en el período conocido como Clásico, que es casi desconocido.


El destino de los seres conscientes del Anahuac era la evolución y perfeccionamiento del mundo y la vida. Los dioses un día se reunieron en Teotihuacán y decidieron iniciar un nuevo intento. En la noche de los tiempos, en la obscuridad de la ignorancia, encendieron un fuego cósmico (pues se carecía de un Sol) y dijeron que era bueno y necesario crear un nuevo Sol. Dos fueron los dioses que primero se tuvieron que sacrificar para que naciera el Sol y la Luna. Después los demás dioses se tiraron al fuego cósmico para que con su sacrificio se iniciara el movimiento.


Para la filosofía del Anahuac la existencia de los seres humanos de este Quinto Sol, es producto del sacrificio de los dioses, por ello se nombrarán a los seres humanos "masehuales", que se interpreta como "merecidos" del sacrificio de los dioses. Aquí se apunta uno de los paradigmas más importantes de la filosofía del Anáhuac, "el sacrificio", como fuente de vida y conciencia.


Todo estará movido en el mundo del Anáhuac, por un sacrificio espiritual. Posteriormente en la génesis de este Quinto Sol, Quetzalcóatl, representación simbólica de la sabiduría y la energía espiritual, tendrá que "luchar" simbólicamente contra la muerte, representado en este caso con el dios Mictlantecutli.


Bajando Quetzalcóatl acompañado de su Nahual o doble al inframundo y aliándose con los insectos, que son los pequeños constructores de la naturaleza, lograran burlar al Señor de la Muerte y rescatarán las "reliquias o huesos" de los desaparecidos seres humanos del Cuarto Sol, para inmediatamente con la ayuda de la diosa madre, quien molerá los huesos hasta hacerlos polvo, para que Quetzalcóatl realice el último sacrificio de resurrección.


En efecto, más que simbólico, el Dios del Soplo Divino que le da conciencia a la materia, se sangrara su miembro viril, para derramar su sangre preciosa sobre los huesos molidos y de ahí, surja la nueva estirpe humana que vivirá en el Quinto Sol.
De esta manera los dioses se han sacrificado para que renazca el ser humano sobre la tierra. Por ello, se entiende que los seres humanos del Quinto Sol, merecidos de ese sacrificio, requieren dedicar toda su energía y su vida entera a las demandas de sus creadores.


Así vemos como los antiguos mexicanos entienden el mundo, la vida y su responsabilidad existencial. Ellos son responsables de "humanizar al mundo" y de "alimentar" con su energía espiritual a los dioses.
Porque cabe señalar en este aspecto que, casualmente todos los dioses del mundo antiguo, exigían de los seres humanos su eficiente, constante y creciente "sacrificio espiritual", ya sea a través de ritos, abstinencias, rezos o ayunos. Nuestros Viejos Abuelos no escapaban a esta interesante y sugestiva igualdad.
A diferencia de la cultura Occidental en donde en el mundo grecolatino y judeocristiano, el hombre esta llamado a "dominar, explotar y transformar" a la naturaleza para situarse por encima de todos los seres vivos, pues fue hecho a "imagen y semejanza de Dios".


La concepción del México Antiguo pretende "humanizar al mundo y alimentar espiritualmente con su sacrificio a los dioses", lo que representaba el destino de los seres humanos y el más alto "Propósito Social" en el que vivieron en el Anáhuac.
Desde épocas milenarias los antiguos mexicanos entendían que este no era su mundo, su realidad definitiva. Ellos sentían que su vida era un medio, una maravillosa oportunidad para lograr la vida eterna.
Cuando nacían los niños la partera les decía en un bello discurso que su casa estaba en otra parte y que sólo estarían por breve tiempo en la tierra. Que la vida estaba llena de privaciones y sufrimientos.
• Las instituciones educativas.


El desarrollo del proyecto social de los antiguos mexicanos, que desde la invención de la agricultura, el maíz y la milpa, aproximadamente en el sexto milenio antes de la era cristiana, hasta la consolidación de la cultura Olmeca, llamada también "Cultura Madre", alrededor del año mil quinientos antes de Cristo, pasaron alrededor de cuatro mil quinientos años. Tiempo suficiente en el que los antiguos mexicanos elaboraron las bases de la sólida matriz filosófica cultural que sostendrá todo el andamiaje cultural en el que se desarrollará el propósito social los pueblos del Anáhuac.
Es necesario llamar la atención de dos elementos fundamentales para entender el misterio y el prodigio de la civilización del Anáhuac.


La primera es que estamos frente a un proyecto social de carácter milenario, en el que intervinieron muchas generaciones. Se supone que sólo el período clásico o del llamado esplendor, duró más de mil años y el preclásico o formativo, como dijimos antes, alrededor de 6 mil años; y en conjunto toda la civilización del Anáhuac tuvo una duración de casi siete mil quinientos años.


La segunda es que estamos frente a un fenómeno de una civilización que tuvo muchas culturas diversas en tiempos y espacios diferentes, pero que siempre estuvieron unidas por un mismo propósito social a través de una matriz filosófica cultural, lo que permitió crear un mundo maravilloso saturado de diversas variantes, que representan expresiones de una misma realidad.


Para entender el milagro de Teotihuacán, Chichen Itza o Monte Alban, debemos de pensar que la civilización además de tener un proyecto perfectamente estructurado y definido, requirió necesariamente de un sólido y eficiente sistema alimentario, de un efectivo sistema de salud, de un sabio sistema social y jurídico, pero especialmente de un excelente sistema educativo en donde, no sólo se transmitieran los conocimientos, las ciencias, las artes, la filosofía y la religión; sino que, se pudiera involucrar permanentemente en el milenario propósito social a los niños y jóvenes, para de esa manera se asegurara la permanencia del proyecto social.


La construcción de cualquiera de estas ahora llamadas "zonas arqueológicas", como es el caso de Monte Alban en los valles de Oaxaca, que iniciaron su construcción en el años quinientos antes de Cristo y que se presume su abandono en el año ochocientos cincuenta o novecientos de la era cristiana, representan más de mil años de un mismo uso y de una infatigable construcción.


Producto de este impresionante desarrollo humano es el sistema educativo, que para el siglo XVI, en tiempos del período postclásico decadente, los europeos se sorprendieron de encontrar en el Anáhuac, que ningún niño estuviera sin escuela, porque esta era obligatoria y gratuita.


Probablemente el sistema educativo estaba ya en operación desde el período preclásico o formativo, el caso es que existían tres milenarias instituciones que tenían como principal objetivo, "formar rostros propios y corazones verdaderos" entre los estudiantes. Las instituciones eran: El Telpochcalli o la Casa de los Jóvenes en donde se recibían a los niños desde la temprana infancia y vivían internados.
En esta institución se les formaba como "seres humanos y ciudadanos". Adquirían los conocimientos básicos sobre su cultura, historia, lengua, costumbres, oficios, aprendían a escribir y a "leer" sus códices.


La "Palabra Antigua" era una institución y en ella se guardaban celosamente los sabios consejos que se transmitían de una generación a otra y que permitían la vida ordenada y justa.
Otra institución era el "Cuicacalli" o casa del canto, la cual era el recinto donde se les enseñaba a mujeres y hombres, a través de "flor y canto" el sentido estético de su consciencia de ser. La danza, la pintura, la declamación, la poesía y la música, eran excelentes medios por los cuales se educaba a las nuevas generaciones en el milenario propósito social de los pueblos del Anáhuac.
La educación artística era tan importante como la educación que hoy llamaríamos "formal". Los antiguos mexicanos expresaban su sentir de la vida y el mundo, con lo que ellos llamaban "flor y canto".


Todo cuanto hacían en la vida y social y privada estaba íntimamente ligado al aspecto artístico y religioso. Finalizaba este nivel de educación obligatorio a todos los jóvenes de ambos sexos hasta que se casaban y formaban una nueva familia. Sin embargo, existían jóvenes que por su gran talento, capacidad e inteligencia eran seleccionados para seguir estudios superiores.


Esta institución se llamaba el "Calmécac" o la casa de la medida. Ahí se estudiaban los jóvenes más talentosos, se les preparaba como dirigentes, administradores o sacerdotes. Los jóvenes que ingresaban a estas augustas instituciones de enseñanza superior se les nombraban "Guerreros".
La Guerra Florida y el destino de los guerreros.


La misión de humanizar al mundo y alimentar con sus sacrificios espirituales a los dioses, representó para los antiguos mexicanos las bases de la sólida matriz filosófica cultural, que sostendrá en lo esencial la estructura en la que se desarrollará el "Propósito Social" de los pueblos del Anahuac, encontrando en el impresionante sistema educativo, el instrumento que permitió darle continuidad a lo largo de por lo menos dos mil quinientos años.


Los antiguos mexicanos construyeron una compleja alegoría filosófica en torno a su "propósito social". Llena de símbolos poéticos y profundas parábolas esotéricas, encontramos a la guerra como la máxima empresa individual, social y del Estado.
Así como los dioses se sacrificaron en el fuego cósmico, que libera a la energía espiritual de grotesca materia que la contiene.


Los seres humanos, los "merecidos", los encargados de "humanizar el mundo" y de "alimentar" espiritualmente a los dioses, tendrían que librar la guerra más difícil y temeraria que un ser humano puede realizar en la vida, para lograr con plenitud su cometido existencial.


La lucha contra sí mismo, contra la inercia que condena a la materia en su caída hacia la inevitable corrupción, primero del espíritu y después del cuerpo. La batalla que se libra en lo más profundo del ser humano, la lucha contra las debilidades y las tentaciones, contra la pereza, la estupidez y la irresponsabilidad existencial, la lucha que necesariamente se da en el seno de un espíritu consciente.


Los Viejos Abuelos llamaban a este desafío "La Batalla Florida". Esta lucha se libraba con "flor y canto", entendido como sabiduría y belleza, las armas por excelencia del inmaculado guerrero del México antiguo.


De esta manera en el Calmécac se preparaban a estos "guerreros del espíritu" a través de una estricta disciplina militar, en la que sobresalía el sentido de sobriedad, austeridad y frugalidad, que marcaban junto con el estudio y la reflexión, un estilo de vida comparable sólo al de un monje tibetano.


Estos "guerreros" se preparaban para la batalla florida y en su hacer, humanizaban el mundo y alimentaban con su energía espiritual, producto de una vida de sacrificio, a los dioses tutelares. Se organizaban en dos grandes linajes; los guerreros tigres, asociados al mundo de características tangibles y los guerreros águilas, asociados al mundo de características intangibles. Las dos grandes órdenes de guerreros del México Antiguo que estaban vinculados a conocimientos herméticos del mundo y de los seres humanos.


De esta manera la "Guerra Florida" no sólo fue la razón misma del Estado, sino lo que resulta más importante, el medio por el cual una civilización lograba articular su "Propósito Social". De esta manera se puede entender la posibilidad constructiva de las "grandes obras materiales" del México antiguo y la continuidad de su Propósito Social. Desde esta perspectiva podemos imaginar la dimensión y trascendencia del pensamiento filosófico y la energía espiritual que desarrollaron los pueblos del Anáhuac.


La Guerra Florida representaban para el Estado su razón de ser y el destino del Guerrero representaba para el pueblo, la oportunidad de trascender su existencia y darle sentido a su propia vida, al vincularla directamente con las fuerzas inconmensurables que rigen el universo.
El sacrificio de los dioses por los seres humanos y el sacrificio de los seres humanos por mejorar el mundo y alimentar a los dioses, se estructuraba como una interminable cadena de acontecimientos que unían a lo humano con lo divino, al cielo con la tierra, al Quetzal con el Cóatl.
II.- LA TRANSGRESIÓN AZTECA.
El final del Quinto Sol y la ideología de Tlacaélel.
Uno de los grandes misterios de la humanidad representa el llamado "Colapso del Período Clásico Superior", en el que sin ninguna explicación lógica, los hombres y mujeres de conocimiento, la élite de la inteligencia del milenario Anáhuac, misteriosamente, ellos mismos destruyeron sus impresionantes construcciones donde desarrollaban ancestralmente sus conocimientos y las cubrieron de tierra completamente, para literalmente "desaparecer" de la faz de la tierra sin dejar rastro alguno. Esto lo hicieron más o menos al mismo tiempo en todo México y Centro América.


La memoria histórica del Anáhuac recuerda metafóricamente este hecho con la parábola de que Quetzalcóatl, dios representante de la sabiduría, un día estaba en su "palacio" de Tula, cuando su contraparte filosófica, Tescatlipoca le tiende una trampa e infiltrándose en su aposento le enseña un espejo en el que Quetzalcóatl se ve como un anciano y por ello transgrede todos sus principios, para arrepentirse al otro día y abandonado su preciosa ciudad, se dirige al Oriente para finalmente incinerarse en un fuego liberador y predecir que regresará a restaurar su dominio de armonía y sabiduría.


Entiéndase como el envejecimiento de la sabiduría tolteca, como el fin de un ciclo.
Después de esta catástrofe, los pueblos quedaron sin sus grandes maestros y guías. La conducción de los pueblos quedo solo en las manos de los administradores y sacerdotes, quienes con el tiempo corrompieron las bases y los principios que les habían enseñado los maestros, creando los Señoríos, una nobleza decadente y una teocracia corrupta, iniciándose de nuevo las guerras que durante la época del Clásico no existieron y reimplantándose los sacrificios humanos, celosamente prohibidos por Quetzalcóatl.


En esta decadencia se encontraban cuando aproximadamente trescientos años después del misterioso colapso del período clásico, llegaron al valle del Anáhuac el último pueblo bárbaro del Norte. Los Aztecas no sabían hablar náhuatl, ni tejer algodón, eran cazadores recolectores que pronto se asimilaron a la cultura del Anáhuac.


Después de una "ajetreada" búsqueda, lograron establecerse en un pequeño islote en medio del lago hacia el año 1325 d.C. fundando Tenochtitlán y en breve se convierten en el pueblo dominante del valle del Anáhuac. Empieza su esplendor y poder, amenazado por las antiguas profecías de que el Quinto Sol esta por concluir y que Quetzalcóatl regresaría en el año uno caña, fecha que se repetía cada cincuenta y dos años.


Los aztecas iniciaron una gran reforma ideológica, filosófica, política, religiosa, militar, educativa, cultural y económica, para sustentar no sólo el poder, sino el futuro de su naciente imperio. El gran reformador y creador del imperio azteca fue Tlacaélel. El Cihuacóatl o administrador del imperio, quien era un gran conocedor del antiguo pensamiento filosófico y religioso de los toltecas.


Tlacaélel refuncionalisó el pensamiento filosófico y religioso del milenario Anáhuac. Instauró el culto a la materia y desvalorizó el culto al espíritu, imponiendo a su dios tribal Huitzilopochtli, representante de la materia y la guerra de conquista, desplazando a Quetzalcóatl a un nivel inferior.


Cambió la guerra espiritual, por la guerra material. Realizó la primera reforma educativa y cambió la historia antigua, por una en la que el pueblo elegido era el azteca. Pero fundamentalmente cambió el "Propósito Social". En efecto, los aztecas se autonombraron "los sostenedores del Quinto Sol". Misión divina que les permitía conquistar y explotar a los pueblos vecinos.


Los aztecas propusieron que la guerra florida no era espiritual, sino material, que el Sol no se alimentaba del sacrificio espiritual, por el contrario, según ellos, el Sol se alimentaba del sacrificio de seres humanos, de sus corazones palpitantes y de su sangre divina que movía el mundo.


Que el Quinto Sol en el que estaba surgiendo su reciente imperio no viviría amenazado de muerte, que el pueblo azteca proveería el alimento del Sol a través de los sacrificios humanos. Por ello el guerrero azteca tenía como desafío, tomar vivo al adversario, pues la vida de este le pertenecía a sus dioses y era impropio que el guerrero la desperdiciara en el campo de batalla.


Los cautivos se apresaban a través de las guerras de conquista y las llamadas "Guerras Floridas" con sus vecinos cercanos, en las que de manera religiosa los guerreros aztecas iban en busca de prisioneros para enviarlos a la piedra de los sacrificio.


Toda la simbología religiosa/filosófica/espiritual de la sabiduría toltecas, fue brutalmente cambiada por una filosofía materialista/místico/guerrera. La "Guerra Florida" se convirtió para los aztecas en una razón de Estado, tanto en el aspecto ideológico como en el económico, porque ambas fortalecían su propósito imperial. Los guerreros encontraban la riqueza y el reconocimiento social en las continuas guerras de conquista.


El imperio se consolidaba, obtenía más poder, tierras y tributos que, le permitían financiar más campañas militares. Las escuelas milenarias del México antiguo fueron convertidas en academias militares, en donde en el Telopchcalli, los hijos del pueblo aprendían a ser tropa y en el Calmécac, que estaba reservado para los hijos de la nobleza, se preparaban a los oficiales. Los comerciantes por su parte, iniciaron un vertiginoso asenso social y crearon una nueva y poderosa clase que jamás había existido en el México antiguo.


El verdadero poderío del imperio azteca no excedió de cien años antes de la llegada de los españoles y no alcanzó los doscientos años desde la fundación a la caída de la Tenochtitlán.


El guerrero azteca, sea de la orden de los guerreros águilas o tigres, era un formidable instrumento militar. Preparado desde la muy tierna edad para vivir y morir en la guerra. Veía en ella la posibilidad de alimentar al Quinto Sol, garantizar el futuro de su naciente imperio y trascender su vida terrenal. Esta "misión divina" estaba recubierta de antiguas formas espirituales y de esotéricos conocimientos toltecas, pero su fondo eminentemente estaba constituido de una filosofía grotescamente materialista y necrófila.


Es por estas razones que cuando uno lee los preceptos aztecas del "deber ser", que eran eminentemente de espíritu tolteca y luego uno conoce las prácticas guerreras o de sacrificios humanos, encuentra una grotesca discordancia, una clara contradicción, entre lo que se pretende con la palabra y lo que se realiza con los hechos.
El sacrificio azteca, entendiéndose por quitarle la vida a cualquier ser humano es inadmisible en cualquier época y lugar. El guerrero azteca del período postclásico, resulta entonces una perversión del guerrero tolteca del período clásico y una trasgresión a la milenaria corriente humanista y espiritual en la que siempre se inspiró el México Antiguo.


III.- LOS GUERREROS MODERNOS.
• La hermandad blanca y los portadores de la tradición.
La centenaria profecía se cumplió. En el año "uno caña" (1519) llegaron los españoles y fueron confundidos como los enviados de Quetzalcóatl, quienes llegaban restaurar su pensamiento filosófico y su práctica religiosa /espiritual. Los aztecas conscientes de su trasgresión (sustituir a Huichilopoztli por Quetzalcóatl (cambiar los valores espirituales por los materiales), después de muchos errores optaron por inmolarse en Tenochtitlán, muriendo realmente a manos se sus vecinos que creían estar luchando al lado de la causa del tan esperado Quetzalcóatl.


La destrucción del imperio azteca fue el inicio de la caída de la civilización del Anáhuac, porque aunque muchos pueblos no transgredieron la antigua filosofía tolteca de Quetzalcóatl; como los mayas, puerepechas, mixtecos o zapotecos entre muchos otros; la dinámica de la invasión europea se había extendido a partir de la misma lucha entre los pueblos originarios.


El nuevo proyecto civilizatorio instaurado por los españoles pretendió aniquilar y desaparecer completamente cualquier vestigio de la civilización derrotada. Destruidos todos los edificios públicos, templos y escuelas piedra sobre piedra, asesinados los dirigentes, sacerdotes y maestros; los "hombres de conocimiento", los portadores del milenario pensamiento tolteca del México Antiguo, tuvieron que iniciar su camino centenario en la "clandestinidad".


En efecto, de manera impecable el conocimiento y las prácticas de los antiguos guerreros del espíritu tolteca, se han mantenido de manera secreta y hermética en un reducido número de personas, de generación en generación en estos quinientos años. Por el estado de persecución y de clandestinidad, han modificado la forma y han perfeccionado el fondo de su sabiduría.


Esta sabiduría sigue viva, presente y vigente en muchas comunidades indígenas y campesinas del México contemporáneo. Hombres y mujeres herederos de la milenaria sabiduría del Anáhuac la practican y la perfeccionan de manera sigilosa cotidianamente. Hay "ciertas cosas" del mundo indígena que los conquistadores de ayer y hoy, jamás vieron y tocaron. El pensamiento y la sabiduría del Anáhuac siguen vivos y aunque no sean hoy del conocimiento público de la cultura dominante, existen, al igual que el pensamiento y la sabiduría de civilizaciones de la misma antigüedad que la nuestra, como la China y la India. La diferencia es que la sabiduría y el conocimiento del Anáhuac se han mantenido misteriosamente en la clandestinidad, fuera del mundo Occidental.


• El perfil del guerrero.
(Selección de textos de la obra del antropólogo Carlos Castaneda.
Don Juan Matus fue un indio yaqui, portador del conocimiento de los toltecas, quien instruyó al antropólogo en el antiguo conocimiento de la toltequidad y sus prácticas para ser guerrero).


* Un guerreo piensa en su muerte cuando las cosas pierden claridad, la idea de la muerte es lo único que templa el espíritu del guerrero.


* Primero debemos saber que nuestros actos son inútiles y luego proceder como si no lo supiéramos. A la luz de la muerte, todas las cosas son iguales y al ser igualescarecen de importancia.


* Un guerrero elige un camino con corazón y lo sigue; y luego se mira en él y se regocija y ríe; y luego "ve" (percibir la verdadera esencia de las cosas) y sabe que su vida se acabará en un abrir y cerrar de ojos, sabe que él, así como todos los demás, no van a ninguna parte. Sabe, porque "ve", que nada es más importante que lo demás. En otras palabras, un guerrero no tiene ni honor, ni dignidad, ni familia, ni nombre, ni tierra, ni apego al poder o al dinero; sólo tiene vida que vivir, y en tal condición su única liga con sus semejantes es su desatino controlado. Así, un guerrero se esfuerza y suda y resuella en el camino con corazón, que él ha escogido, y si uno lo mira es como cualquier hombre común y corriente, excepto, que el desatino de su vida esta bajo control. Como nada le importa más que nada, un guerrero escoge cualquier acto, y lo actúa como si en verdad le importara. Su desatino controlado lo lleva a decir que lo que él hace importa y lo lleva a actuar como si le importara y sin embargo, él sabe que no importa; de modo que cuando completa sus actos se retira sin pena ni cuidado de que sus actos fueran buenos o malos, o tuvieran efecto o trascendencia.


* Para convertirse en un "hombre de conocimiento" hay que ser un guerrero, no un niño llorón. Hay que luchar sin entregarse, sin una queja, sin titubear, hasta que uno "vea", y sólo entonces puede uno darse cuenta que nada importa.


* Ver es para hombres impecables. Templa tu espíritu, llega a ser un guerrero, aprende a "ver", y entonces sabrás que no hay fin a los mundos nuevos para nuestra visión. Cuando un guerrero "ve", ya no hay detalles familiares en el mundo. Todo es nuevo, aterrador y maravilloso.


* ¡Vive como guerrero¡ . Ya te he dicho: un guerrero acepta la responsabilidad de sus actos, del más trivial de sus actos. Tu sólo actúas tus pensamientos.
*Un guerrero no se abandona a nada, ni siquiera a su muerte. Un guerrero no es un socio voluntario de cualquier pendejo que se le cruza en el camino. Un guerrero nunca esta disponible, y si se mete con algo, puedes tener la certeza de que sabe lo que está haciendo. En la vida de un guerrero no hay nada fuera de control, porque la vida para un guerrero es un ejercicio de estrategia. Un guerrero nunca esta ocioso, ni tiene prisa.


* El espíritu de un guerrero no está engranado para la entrega y la queja, ni está engranado para ganar o perder. El espíritu del guerrero sólo está engranado para la lucha y cada lucha es su última batallas del guerrero sobre la tierra. De ahí que el resultado le importe muy poco. En su última batalla sobre la tierra, el guerrero deja fluir su espíritu libre y claro. Y mientras libra su batalla, sabiendo que su voluntad es impecable, el guerrero ríe y ríe.


* Aprende a reducir tus necesidades. Lo que nos hace desdichados es la necesidad. Pero si aprendemos a reducir a nada nuestras necesidades, la cosa más pequeña que recibamos en la vida, será un verdadero regalo. Ser pobre o necesitado es sólo un pensamiento; y lo mismo es odiar o tener hambre o sentir dolor. No desear nada en la vida es una verdadera hazaña y esa hazaña es poder y ese poder es lo único que tenemos para oponernos a las fuerzas que rigen nuestras vidas; sin ese poder somos basura, polvo al viento. Porque a nosotros como individuos, nos toca oponernos a las fuerzas de nuestras vidas. Esto te lo he dicho muchas veces: sólo un guerrero puede sobrevivir.


* Un guerrero sabe que espera y sabe lo que esta esperando, y mientras espera, no quiere nada y así cualquier cosita que recibe es más de lo que puede tomar. Si necesita comer halla el modo, porque el guerrero no tiene hambre. Sí algo lastima su cuerpo, halla el modo de pararlo, porque el guerrero no siente dolor. Tener hambre o sentir dolor significa que uno se ha entregado y que ya no se es guerrero. En ese momento, las fuerzas de su hambre y su dolor lo destruirán.


* Uno aprende a actuar como guerrero actuando, no hablando.


* Para ser un guerrero un hombre debe estar, antes que nada y con justa razón, terriblemente consciente de su propia muerte. Pero preocuparte por la muerte forzaría a cualquiera de nosotros a enfocar su propia persona, y eso es debilitante. De modo que lo que uno necesita para ser guerrero es el desapego. La idea de la muerte inminente, en vez de convertirse en obsesión, se convierte en indiferencia.
Sólo la idea de la muerte da al guerrero el desapego para que sea incapaz de abandonarse a nada. Sólo la idea de la muerte da al guerrero el desapego suficiente para que no pueda entregarse a nada. Por ello, un hombre de tal suerte no ansía, porque ha adquirido una lujuria callada por la vida. Sabe que su muerte lo anda cazando y que no le dará tiempo de adherirse a nada; así que prueba en este mundo, sin ansias, todo de todo.


* Un guerrero desapegado, sabiendo que no tiene posibilidad de poner vallas a su muerte, sólo tiene una cosa que le respalda: el poder de sus decisiones. Tiene que ser, por así decirlo, el amo de su elección. Debe comprender por completo que su preferencia es su responsabilidad y una vez que hace su elección, no queda tiempo para lamentos ni dudas o recriminaciones. Las decisiones de un guerrero son definitivas, simplemente porque su muerte no le da tiempo de adherirse a nada.
Con la consciencia de su muerte, con desapego y con el poder de sus decisiones, un guerrero arma su vida en forma estratégica. El conocimiento de su muerte lo guía y le da desapego y lujuria callada; el poder de sus decisiones definitivas le permite escoger sin lamentarse, y lo que él escoge es siempre estratégicamente lo mejor; así cumple con gusto y con eficiencia lujuriosa, todo cuanto tiene que hacer en la vida. Cuando un hombre se porta de esa manera puede decirse con justicia que es un guerrero y que ha adquirido paciencia. Cuando un guerrero ha adquirido paciencia, esta en camino hacia la voluntad. Sabe cómo esperar. Su muerte se sienta junto a él en su petate, son amigos. Su muerte le aconseja en formas misteriosas, cómo escoger, cómo vivir estratégicamente. ¡Y el guerrero espera¡. Yo diría que el guerrero aprende sin apuro porque sabe que está esperando su voluntad; y un día logra hacer algo que por lo común es imposible de ejecutar.


* Lo que un brujo llama voluntad es una fuerza que viene de adentro y se prende al mundo de afuera. La voluntad es algo muy claro y poderoso que dirige nuestros actos.


* La muerte es la única consejera sabia que tenemos. Cada vez que sientas como siempre lo haces, que todo te está saliendo mal y que estás a punto de ser aniquilado, vuélvete hacia tu muerte y pregúntale si eso es cierto. Tu muerte te dirá que te equivocas; que nada importa en realidad más que su toque. Tu muerte te dirá, te equivocas, "todavía no te he tocado".
Uno de los dos aquí tiene que cambiar, y aprisa. Uno de nosotros tiene que aprender de nuevo que la muerte es el cazador, y que siempre está a la izquierda. Uno de nosotros tiene que pedir consejo a la muerte y dejar la pinche mezquindad de los hombres que viven sus vidas como sí la muerte nunca los fuera a tocar.

ÚLTIMO MANDATO DEL VENERABLE CUAUHTEMOC "

Interpretación y comentarios de José Rios "Topiltzin"
TLATZACCAN CAUHTEMOCTZINTLI ITENAHUATIL


TLATZACCAN CAUHTEMOCTZINTLI ITENAHUATIL

Totonaltzin ye omotlatihzinoh,
totonaltzin ye omixpoliuhtzinoh,
ihuan centlayohuayan otechcahuilih.
..
Mach tictomachiliah occeppa mohualhuiliz,
ma occeppa moquizaltiz
ihuan yancuican techmotlahuililiquiuh.
.
In oquic ompa mictlanzinco momanilticaz
.
ma zan iciuhca titocentlalihtzinocan,
ma titonechicohtzinocan
ihuan toyolnepantlahtzinco ma tictotlatilican
mochi in toyollotzin quimotlazohtilia
ihuan ticmachiliah totlaqui:
topan yuhquin huei chalchihuitzintli.
.
Ma tiquinpohpolhuican in toteocalhuan,
in tocalmecahuan, in totlachcohuan,
in totelpochcalhuan, in tocuicacalhuan;
ma mocelcahuican in toohuihuan
ihuan tochantzitzinhuan ma techpielican
.
Quin ihcuac moquizaltiz in yancuic totonaltzin,
in tetahzitzintin ihuan in tenantzitzintin
ma aic xicmilcahuilican
quimilhuitizqueh in intelpochtzitzinhuan
ihuan ma quinmachtilican inpilhuantzitzinhuan
in oquic nemitizqueh,
huel quenin cualli moyetzinoticatca
quin axcan Totlazohanahuac
in campa techmocuitlahuiqueh toteotzitzinhuan,
intlanequiliz ihuan intlaelehuiliz,
ihuan zan ye no ipampa toquinmahuiliz
ihuan toquinpololiz
oquinceliliqueh in tiachcatzitzihuan,
ihuan tlen in totahtzitzihuan,
ahhuic yolecayopan,
oquinximachtiliqueh toyelizpan.
.
Axcan tehhuantzitzin tiquintotequimaquiliah
in topilhuan:
¡Macamo quicalhuilican, ma quinnonotzacan
inpilhuan huel quenin moyetzinotiyez
in imahcoquizaliz,
quenin occeppa moehualtiz in totohaltzin;
ihuan huel quenin mochicahuilihtzinoz
huel quenin moquitzontiliz hueyica
inehtotiliztzin inin
totlazohtlalnantzin Anáhuac¡

. CUAHTEMOCTZIN
Anáhuac Huei Tlahtohuani
.
Tenochtitlán-México
mahtlactlihuan yei cuetzpalin, tlaxochimaco, yei calli


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ÚLTIMO MANDATO DEL VENERABLE CUAHTÉMOC
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Nuestra sagrada energía ya tuvo a bién ocultarse, nuestro venerable sol ya ignamente desapareció su rostro, y en total obscuridad se dignó dejarnos.
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Ciertamente sabemos (que) otra vez se dignará volver, que otra vez tendrá a bien salir y nuevamente vendrá dignamente a ilumbrarnos.
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En tanto que allá entre los muertos tenga a bien permancer. Muy rápido reunámonos, congreguémonos y en medio de nuestro corazón escondamos todo el nuestro corazón se honra amando y sabemos nuestra riqueza en nosotros como gran esmeralda.
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Hagamos desaparecer los nuestros lugares sagrados, los nuestros calmecac los nuestros juegos de pelota, los nuestros telpochcalis, las nuestras casas de canto; que solos se queden los nuestros caminos y nuestros hogares que nos preserven
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Hasta cuando se digne salir el nuevo nuestro sol, los venerados padres y las veneradas madres que nunca se olviden de decirles a los sus jóvenes y que les enseñen (a) sus hijos mientras se dignen vivir, precisamente cuán buena ha sido hasta ahora nuestra amada ANÁHUAC donde nos cuidan nuestros venerados difuntos, su voluntad y sus deseo, y solo también por causa de nuestro respeto por ellos y nuestra humildad ante ellos que recibieron nuestros venerados antecesores y que los nuestros venerados padres, a un lado y otro en las venas de nuestro corazón, los hicieron conocer en nuestro ser.
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Ahora nosotros entregamos la tarea (a) los nuestros hijos ¡Que no olviden, que les informen (a) sus hijos intensamente como será la su elevación, como nuevamente se levantará el nuestro venerable sol y precisamente como mostrará dignamente su fuerza precisamente como tendrá a bien completar grandiosamente su digna promesa esta nuestra venerada y amada tierra madre ANÁHUAC!

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CUAHTÉMOC
Anáhuac Huei Tlahtohuani
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Tenochtitlán-México mahtlactlihuan yei cuetzpalin, tlaxochimaco, yei calli (trece lagartija, se ofrendan flores, tres casa) (Lunes 12 de agost de 1521 del calendario europeo juliano) (jueves 22 de agosto de 1521 del calendario europeo gregoriano)


Comentarios de José Rios "Topiltzin"

Primera palabra del Macehaliztli Mictlampa Tepotzotlan Calpulli

El 12 de agosto de 1521 el Huey Tlahtoani Cuauhtemoctzin entregó al pueblo mexica lo que hoy conocemos como “El último mandato o consigna de Anahuac”; el cual llega hasta nuestros días al ser transmitido de manera oral degeneración en generación por mas de quinientos años. De la manera que fue difundido dicho mandato se conocen dos versiones; en la primera se dice que la primer responsabilidad recayó sobre los presentes, en el momento en que se preparaba la toma de la capital Tenochca. Estas personas, quienes suponemos que eran unos cuantos miembros del Huey Tlahtocan, además de mujeres y niños, puesto que la mayoría de los guerreros ya habían sido asesinados por el ejercito invasor, transmitieron la palabra de Cuauhtemoc después de entregada la ciudad.
Enla segunda versión, la consigna es “entregada” a los encargados de traer el pescado fresco de las costas del Golfo de México hasta Tenochtitlan para que a su vez la llevaran hacia los cuatro rumbos cósmicos. Es por esta razón que los portadores de la palabra son habitantes de los diferentes estados de la República como Morelos, Guerrero, Toluca, Hidalgo Puebla y Tlaxcala.
Con este mensaje se informa al pueblo que el periodo de “Luz” del quinto sol llamado “Nahui Ollin” (Cinco Movimiento) ha concluido y que se avecina un periodo de oscuridad durante el cual se debe hacer saber a las nuevas generaciones “cuan bella ha sido nuestra venerable “Madre Tierra de Anahuac”. Pero además, el mandato incluye un aexhortación para que los padres hagan “percibir a los muchachos” aquello que es nuestro gran tesoro “y que percibamos cómo nuestro patrimonio cultural colectivo. Por último, la consigna ordena que la escritura y el conocimiento se coseche, es decir que se transmitan las enseñanzas , se resguarden y cuiden para que en su momento, den los frutos esperados y los mexicanos nos podamos alimentar con sus frutos.
El periodo de oscuridad del Quinto Sol ha terminado. A partir del 14 de junio del año 2000, el Seto Sol de Anahuac brilla entre la ciudad de Tenochtitlan México. Es hora que se cumpla el mandato del joven abuelo Cuauhtemoctzin y se comience a cosechar lo que durante 468 años se mantuvo guardado, y que es la verdad sobre nuestra historia , nuestra lengua autóctona, nuestra cuenta del tiempo, nuestras festividades, en fin, todo aquello que nuestros abuelos vivían antes de la llegada del invasor europeo.
Esta nueva era, o mejor dicho este “Nuevo Sol”, llamado “Nahui Cuauhtli” (Cuatro Águila) nos ha sido anunciado desde la década de los veintes, época en que las danzas comienzan a llegar al D.F. provenientes de los Estados.
Después, gracias a la profesora Eulalia guzmán, se da el hallazgo de los restos del último Tlahtoani Mexica Cuauhtemoc debajo del altar de la Iglesia de Santa María de la Asunción, en Izcateopan, Guerrero el 26 de septiembre de 1949. Años mas tarde, en 1967 el Lic. Rodolfo F. Nieva López funda el “Partido de la Mexicanidad” derivado del Movimiento confederado Restaurador de Anahuac, el cual por causas que desconocemos, pero intuimos, no causó el impacto necesario en su momento.
Toca a nosotros, que de una u otra manera estamos involucrados en la Mexicayotl, desentrañar toda la madeja histórica que nos ha sido entregada de manera oficial como “nuestro pasado” y tratar de difundir de la manera mas veraz posible, lo poco que se ha podido rescatarde la grandeza de nuestra raza.
Aunque este “Sexto Sol” ya ha nacido aún hay mucho trabajo. Debemos hacer merecimiento para que las generaciones venideras sepan que, aún con la globalización y el neoliberalismo en auge, seguimos siendo un pueblo en resistencia.
Abramos lo ojos y el corazón. Seamos merecedores de aquello que no veremos. Seamos Macehales (merecidos) del “Sexto Sol”.

LAS SACERDOTISAS:

El desarrollo de la energía femenina para este nuevo tiempo planetario.

Prof. Mónica Simone


Desde el comienzo de los tiempos hemos escuchado lo que el rol de la mujer ha proporcionado a la evolución: Entiéndase por MUJER a la estructura arquetípica femenina que tanto hombres como mujeres tenemos. Es el Yin dentro del Yang y el Yang dentro del Yin que cada uno de los Seres humanos poseemos.

La MUJER es definida como la parte suave, sutil, intuitiva, emocional, delicada, resistente, dadora de vida, dadora de amor y por sobre todo receptora.
La mujer tiene la capacidad de albergar dentro de su propio cuerpo la evolución de un Ser, de darle los nutrientes tanto físicos como emocionales necesarios para que ese Ser llegue a desarrollarse. Por lo tanto, la tolerancia es una de las mayores cualidades desarrolladas desde el inicio de los tiempos y el componente de la tolerancia es el AMOR.

EL amor de madre todo lo puede (entiéndase que cada una de las mujeres y hombres del planeta tenemos esta condición, hayamos tenido o no hijos), pero el despertar de ese amor es lo que nos está clamando en el fin de los tiempos, lo que nos está pidiendo a gritos la evolución humana y hacia lo que debemos indefectiblemente viajar para que el salto cuántico se produzca en el espíritu planetario. El amor y la tolerancia como condición es aquello que necesitamos trabajar en estos tiempos.

La tierra es sin duda, la primer MUJER, la primer SACERDOTISA, pues nos alberga, nos cobija, nos da el sustento, el alimento y nos brinda la posibilidad de realizarnos en la materia. La Pachamama, La Tonanzin, como la llamaban nuestros abuelos del Anahuac.
Somos tierra: Nuestro cuerpo está compuesto de sus mismos minerales, de su misma composición y por ende se lo debemos a ella. Nuestro cuerpo nace de ella y vuelve a nutrirla tarde o temprano, en esa alquimia de evolución que ella genera milenio a milenio y la cual nosotros transitamos ignorantes de nuestra misión: el agradecimiento.

Durante los últimos siglos, los seres humanos hemos olvidado nuestro origen y por consiguiente hemos descuidado nuestra propia energía femenina. La misma que en las antiguas culturas se protegía, se respetaba y adoraba. Ese olvido nos está costando bastante caro en este final de tiempo, pues no sólo hemos descuidado nuestro origen sino que nos hemos desconectado de nuestro espíritu en consecuencia. Esta desconexión es lo que hace que en el mundo actual predomine la violencia por sobre la tolerancia y que el amor esté circunscripto a las relaciones interpersonales.
Hemos olvidado de alguna manera el legado que nuestra Madre nos deja: EL AMOR INCONDICIONAL – el AMOR hacia todo ser viviente – Ese amor que se conserva aún cuando desencarnamos de nuestro cuerpo físico y llegamos a la conexión energética con el Todo.
Como todos sabemos, o al menos intuimos, este es el fin de un ciclo importante a nivel planetario. Final que nuestros abuelos de las culturas antiguas como la Egipcia, Tibetana, China, Tolteca, Maya, y demás nos anunciaron en escritos sobre piedra, en calendarios y en prácticas espirituales de grupos iniciáticos.
El fin de un ciclo no significa el Apocalipsis (o tal vez sí) pero no de la forma que nosotros lo concebimos, en nuestra mente llena de miedo o de culpa. El Apocalipsis es nada menos que EL CAMBIO, la transmutación.

“Lo que para el gusano de seda es el fin… es el nacimiento para una mariposa”.

Este cambio es lo que se avecina en estos tiempos…. En este momento estamos transitando los últimos años de cierre de calendario Maya. Se nos ha dicho en muchos escritos antiguos y en muchas predicciones de personas que han desarrollado un nivel de conexión con el Akash, muy sutil, que a partir del 2007 comenzó la aceleración de la evolución planetaria hacia el 2012.

En el comienzo la tierra inició un camino de evolución…. Hoy nos toca a nosotros como conciencias realizar el cambio y tomar la responsabilidad para que el nuevo tiempo sea un tiempo de Luz.

El cambio de paradigma (Del Griego paradeigma) significa en forma simple "modelo" o "ejemplo" del mundo. En el comienzo este término se refería a la práctica de la ciencia. Luego este concepto se fue popularizando al punto de ser una palabra que comúnmente usamos para describir el grupo de experiencias, valores y creencias que afectan la forma en como percibimos la realidad y como la realidad responde a esa percepción.

Un "cambio de paradigma" es entonces un cambio en la forma como percibimos la realidad y un cambio en la realidad misma. Tienen mucho que ver nuestras creencias sobre la realidad misma, es en este punto donde el cerebro y nuestros condicionamientos pasan a jugar un papel importante.
Como los pensamientos son los creadores de la realidad, tú puedes atraer hacia ti todo (absolutamente todo) lo que deseas, inclusive este cambio.

Comienza tu cambio de paradigma con pequeñas comprobaciones de cómo puedes transformar tu realidad, luego con la práctica irás observando que los cambios son cada vez mayores y a medida que te vayas sintonizando con esto tu vida habrá cambiado por completo en muy poco tiempo.

El cambio entonces, es poder definir un rumbo, poder cumplir los roles pero sin olvidar el más importante… el rol del Ser espiritual, que es quien nos trajo a vivir esta experiencia material como Seres espirituales que somos.
Esto no implica de ninguna manera hacer que todo gire en torno nuestro, pero sí que nuestro rol espiritual tenga su lugar junto con los otros y que se desarrolle sanamente para poder contribuir en el rol planetario al que estamos destinados a cumplir como almas encarnadas en este tiempo.
Debes hacer que tu vida sea lo más rica en experiencias del Yo Espiritual para que de esa manera puedas cumplir con todos los otros roles sin esfuerzo, pues la felicidad y la plenitud llegarán a ti a cada momento.

Los cambios planetarios se vienen dando desde el principio de los tiempos. Cada 26.000 años se cumple un ciclo y luego comienza otro. Hoy estamos en el final de un ciclo y el comienzo de otro. Nuestros abuelos Mayas y Aztecas nos dejaron un calendario perfecto que mide el tiempo en ciclos humanos, solares y galácticos y que dura hasta el 22 de diciembre de 2012.
Por supuesto muchos piensan en algo trágico y que se termina el mundo en esa fecha… otros hablan del fin del mundo, otros lo relacionan con el Apocalipsis.
Cuanta mas energía enviemos a esos pensamientos mas catástrofes sucederán. Pues lo que nos esta diciendo esto es justamente que aprendamos a redirigir nuestra conciencia planetaria hacia el objetivo que deseamos.
Por lo tanto, cuanto mas amor volquemos en nuestros pensamientos, mas energía de amor habrá en el campo de energía planetario.
Cuanta mas comprensión, compasión y agradecimiento, mas posibilidades de generar un campo de conciencia pura a través del cual se influya a todo el resto de la humanidad de la misma forma que lo hace la vibración estable y armoniosa con una que no lo es.

El fin de los tiempos alude no a un calendario en donde se terminara todo, sino a que se rompen paradigmas, se caen las viejas estructuras y volvemos a renacer en otra frecuencia, en otra vibración.
Quienes podamos sintonizarnos con esto, lograremos cosas increíbles, lograremos sintonizarnos con el campo de todas las posibilidades y por lo tanto lograremos ser las Sacerdotisas del nuevo tiempo.
La alquimia que genera el cambio esta en marcha, solo debemos hacerla parte de nuestra conciencia y actuar en consecuencia. Las nuevas sacerdotisas son las encargadas de transmutar la energía del viejo tiempo en la del nuevo tiempo.
Por esto, se dice que este milenio es el milenio de la Mujer. No por lo físico, sino por la energía femenina – La Sacerdotisa - es lo que se debe rescatar tanto en hombres como en mujeres, por lo cual es la tarea de ambos y de toda la humanidad lograr ese balance.

Cuando ambas energías estén en equilibrio, como lo planteaban nuestros ancestros los Chinos o nuestros abuelos del Anahuac (todo el territorio americano), en donde decían que ambas energías deben trabajar al unísono y en equilibrio… solo allí podremos lograr este salto cuántico para la humanidad toda.

A través del trabajo personal con la propia “Sacerdotisa interior” podremos lograr hoy, hombres y mujeres de este milenio, el cambio necesario para transmutar la energía de guerra en la de paz y por sobre todo para transmutar nuestra propia vida en la vida que deseamos tener… todo está allí para ser utilizado… todo está allí para el despertar de esta energía en nosotros. Los invito a este nuevo desafío… ¡¡hay mucho por hacer… adelante!!

Prof. Mónica Simone
Escritora - Docente
Directora de SHINTO KAI INTERNACIONAL

Solsticio de Invierno

Todos los seres humanos formamos parte de la naturaleza a pesar de que hemos perdido la conciencia de ello y funcionamos conectados a ella pero de una manera inconciente, un ejemplo claro de ello es el proceso de invierno que se caracteriza por la muerte de la naturaleza en la que las plantas, la hierba y las hojas de los árboles perecen con el objetivo de retraerse y preparar un nuevo florecimiento en primavera. Nosotros acostumbramos a vestirnos en invierno con ropa oscura, nos ponemos de luto junto con la Madre Naturaleza y nos retraemos para preparar nuestros proyectos del ciclo siguiente.

Al estar ligados a la naturaleza podemos aprovechar sus ciclos y sus ritmos de manera conciente para que nuestro transitar en esta vida adquiera un significado mayor y descubramos más fácilmente nuestra misión en la vida.

En esto radica la importancia de trabajar aprovechando la energía que proporciona el solsticio de invierno.

Nuestro Padre Sol nace en el oriente y se oculta en el poniente sin embargo también tiene un recorrido de norte a sur. Es evidente que el Sol nunca sale en la misma posición cada día y en su recorrido transita por seis puntos que nuestros ancestros Olmecas, Toltecas, Zapotecas, Mayas y Mexicas conocían perfectamente porque en ellos están marcados los cambios energéticos mas visibles de la madre Tierra.

Los seis puntos en los que se ubica el Tonatiuh, el sol, comprenden: dos solsticios, dos equinoccios y dos pasos del Sol por el cenit.

El solsticio de invierno comprende el punto máximo de recorrido que hace Tonatiuh en el sur y comienza su recorrido de regreso hacia el norte. Este momento se da entre el 21 o 22 de diciembre del calendario gregoriano.
El equinoccio de primavera es el punto central de todo el recorrido donde el día dura lo mismo que la noche. Es un momento de perfecto equilibro en la naturaleza y el cosmos. Lo celebramos el 21 o 22 de marzo.
El solsticio de verano marca el máximo recorrido que hace Tonatiuh hacia el rumbo norte y a partir de ahí regresa hacia el Sur. Llega el 21 o 22 de junio.
El equinoccio de otoño nuevamente se localiza en el punto central del recorrido. Se presenta entre el 21 y 22 de septiembre.
El paso cenital del Sol es el momento en que Tonatiuh emite su mayor fuerza sobre la naturaleza y donde su luz y energía llegan al máximo esplendor. Este fenómeno se da el 19 de mayo y el 26 de julio en Tenochtitlan, el centro de nuestra querida Anahuac. En este día si elevamos una vara perfectamente vertical el Sol no producirá sombra
Basados es la filosofía Tolteca-Mexicah es como sabemos que el solsticio de invierno esta asociado a Huitzilopochtli que del Náhuatl significa colibrí zurdo o izquierdo colibrizado. Si miramos hacia el poniente como lo hace el Sol al amanecer del lado izquierdo (el sur) es donde el Sol alcanza su recorrido máximo en invierno.
A Tonatiuh se le concibe como un colibrí porque es tierno, sensible y pequeño, justo como el Sol de invierno, sin embargo en él esta concentrada toda la fuerza que necesita para crecer cada día hasta convertirse en una gran Águila en verano. En el periodo invernal cuando descansa la naturaleza las semillas están depositadas en la tierra esperando el momento de su florecimiento.
El trabajo místico que hace Tonatiuh se plasma en este recorrido donde cada día al moverse mas hacia el norte pasa por primavera dando flores, generando vida y poniendo color y alegría a la naturaleza. El Sol en primavera se convierte en Quetzaltototl el ave preciosa de plumas brillantes que deja ver su hermosura.
En su primer paso por el cenit el Sol proporciona todas las condiciones para que se comiencen a elaborar los frutos que han de alimentar a las especies sobre la tierra y en verano alcanzan su máximo esplendor.
En su segundo paso por el cenit ya en Julio Tonatiuh se eleva abriendo sus alas como águila radiante que hace descender toda su energía para que se concentre en los frutos. A este momento se le llama Tonalnepantla “la energía central” que es lo que se plasma en el códice Mendoza donde el águila se posa sobre un nopal en Tenochtitlan formando el Atl Tlachinolli que es el origen de nuestro escudo nacional, representando el encuentro del fuego solar y el agua terrestre que se unen para dar la vida en “Mexico”, “el ombligo de la luna”, el lugar por donde se alimenta la Tierra.
De regreso en el equinoccio de otoño comienza la recolección, la cosecha y las plantas nuevamente comienzan a perecer dejando en la tierra las semillas. Finalmente el Sol se posa en el Sur siendo un colibrí para iniciar un nuevo ciclo.
Huitzilopochtli
Huitzilopochtli representa al Sol de invierno que a pesar de ser pequeño pone toda su fuerza de voluntad para crecer día con día hasta convertirse en una gran águila radiante. Es el guerrero incansable que lucha día a día cumpliendo el trabajo que le corresponde, se eleva, da flores, frutos y alimenta a las semillas. Lucha contra sus limitaciones y bate fuertemente sus alas de fuego que dan luminosidad.
¿Todo este proceso que tiene que ver con nosotros?Simple y sencillamente tenemos que aprender a trabajar como lo hicieron nuestros ancestros. Tenemos que aprender que todo el trabajo que hay por hacer en nosotros mismos es igual al que hace la naturaleza en su interacción con el cosmos.
Cada ser humano es una semilla que se siembra en un pedazo de tierra, o sea, ¡Nuestro cuerpo en forma humana! ¿o acaso nuestro cuerpo no está hecho de lo mismo que la naturaleza?
Necesitamos reconocer que nos alimentamos del Sol porque en primer lugar sin él no existe la vegetación, las hojas acaparan el alimento que proporciona la luminosidad y la concentran en un fruto y éste es tomado por las diferentes especies para la subsistencia.
Lo más radiante de cada especie vegetal es una flor, en ella se plasma el color que embellece la naturaleza y concentra la vida en el polen, en las esporas.
Nosotros que formamos la especie humana, al aprender estos procesos de la naturaleza nos damos cuenta que tenemos una gran oportunidad de iniciar un ciclo que comienza en el solsticio de invierno.
El primer paso involucra la muerte, la renuncia a estar apegados a todo lo que nos une al ciclo que terminó, a los ciclos que ya quedaron detrás, partir de un punto cero en el que el aquí y el ahora nos enfrenta a una enorme posibilidad de crear, de ir hacia delante. Quien no aprende a morir en su pasado queda atrapado en el tiempo, sin posibilidades de ser libres. La planta que proporciona el maíz tiene que morir para entregar sus semillas y en ellas están todas las posibilidades para su crecimiento, para su evolución.
Es necesario mirar el camino en el que como Huitzilopochtlis aplicamos nuestra fuerza de voluntad para que día con día hagamos nuestro trabajo de levantarnos junto con el Sol. En cada uno de nuestros pensamientos y acciones batir las alas que eleven nuestro corazón hacia la fuente de vida y luz. Luchar como guerreros contra nuestras limitaciones y defectos. Hacer florecer nuestro corazón que permite embellecer todo lo que nos rodea, entregando estas flores con nuestras palabras, nuestros sentimientos y nuestras acciones.
La tarea diaria de un guerrero consiste en alimentarse de la Luz que proviene de Tonatiuh. Ser hombres y mujeres solares que reciben todo lo que proviene del cosmos y lo entrega concientemente a la Madre Tierra en actos y palabras florecidas.
En su interior forma el fruto que ha de alimentar a los demás porque quien se convierte en guerrero se da como alimento a su pueblo. Ese fruto es su corazón florecido, que está constituido de amor, de compasión y de todo aquello que es bueno para los demás. Es un guerrero águila que vuela alto mirando lo justo, es un guerrero jaguar que se viste con las pieles que contienen estrellas, luz en la oscuridad.
Cuando ha alcanzado su estado de perfecto equilibrio se prepara para su encuentro nuevamente con la muerte dejando de tras todo aquello que no le posibilitó crecer, elevarse, florecer y ha atesorado en una semilla todos los aprendizajes. Esta semilla contienen todos los aprendizajes que servirán de simiente para un nuevo ciclo.
Finalmente llega a un estado en el que emprende una nueva batalla en un estado colibrizado.
Nacimiento y muerte son los ciclos incansables que componen la dualidad universal y los seres humanos estamos marcados por estas leyes, que al hacerlas concientes descubrimos el verdadero sentido de nuestra existencia.
Somos inseparables de la naturaleza y en nuestra cultura occidentalizada vive en nuestro inconciente, es por este motivo que en nuestro calendario gregoriano al término del año hacemos una autoevaluación y preparamos nuestros proyectos, nuestras metas a realizar que sí y solo si con voluntad podemos alcanzar. ¿Acaso no esta Huitzilopochtli en nuestras vidas? Claro que sí, porque él representa un axioma que rige nuestra existencia, creamos o no en esto.
Nuestros ancestros Toltecas, Zapotecas, Mayas y Mexicas eran grandes sabios que sabían aprovechar los ciclos de la naturaleza para que la especie humana crezca y evolucione junto con ella. Ahora nosotros basados en estos conceptos filosóficos estamos invitados a encontrar el verdadero sentido de nuestra vida, pero no lo lograremos si dejamos de pensar en nuestra Tonantzin Tlalli, en la preciosa Ceiba, la Pacha Mama, nuestra Venerable Madre Tierra que nos alimenta. Ella es la gran unificadora porque todos somos sus hijos y toda la especie humana esta hecha de lo mismo, si dejamos de pensar en ella nos enajenamos y nos invade el deseo de acaparamiento, la soberbia de pensar solo en estar sobre el otro.
Nuestros ancestros nos invitan a que concientemente vivamos este solsticio de invierno que se celebra con fecha: Ilhuitl chicoace coatl, Tonalpohualli Ce Xochitl, Cempohualilhuitl panquetzalistli, Xihuitl chiconahui tecpatl (día seis serpiente, trecena uno flor, veintena del levantamiento de los estandartes, del año nueve pedernal) y con fecha en el calendario gregoriano 21 de diciembre del 2008.
Elaborado por TlahuilcoatlPsic. Martín García