Árnica
Arnica montana
El nombre popular de la árnica es tabaco de montaña. En la base del tallo forma una roseta de hojas cortas, algo vellosas, situadas directamente sobre el suelo. El tallo tiene una altura entre 30 y 50 centímetros, está coronado por una sola cabezuela terminal, pudiendo presentar un par de .hojas enfrentadas, así como otros dos vastagos rematados con sendas flores de menor volumen que la principal. Las flores son de color amarillo intenso, yema de huevo, de ordenamiento radial, con vello sedoso y aroma fragante; se encuentran en regiones montañosas sanas, en prados y bosques de montaña, también en turberas y en prados húmedos y pantanosos. Durante la siega del heno, el agricultor omite estos lugares, mientras que el ganado evita estas plantas. En aquellos lugares en que los prados se abonan con producto sintéticos se extinguen estas plantas. Quienes no conocen profundamente estas plantas, las pueden confundir con la ínula montana, de flores parecidas, de color amarillo oscuro, que, sin embargo, nunca presenta la pareja de hojas enfrentadas. Las flores de la árnica tienen un color amarillo más intenso, la envoltura exterior de los sépalos dispone de vello suave, su aroma es de una fragancia incomparable. Las flores contienen una sustancia amarga, la arnicina, esencia etérea, y además, resina y tanino. Florece desde finales de junio hasta julio, en grandes altitudes montañosas hasta agosto. Se la encuentra en prados y linderos de bosques orientados al sol. A menudo se encuentran dentro de su cáliz los huevos negros de la llamada mosca de la cereza (Trypetes arnicivora). En mi tierra natal, los Sudetes, un agricultor me contó que esta mosca protege los cereales de otros insectos y del cornezuelo del centeno. Antes de colocar los pétalos en alcohol hay que retirar estos huevos negros.
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